Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).– La Quinta Sala del Supremo Tribunal de Justicia de San Luis Potosí otorgó la sentencia absolutoria a Hilda, la mujer indígena que había sido acusada de aborto por el estado. Los magistrados Zeferino Esquerra Corpus, Carlos Alejandro Robledo y María Guadalupe Orozco Santiago, resolvieron el recurso de apelación interpuesto por la sentenciada, luego que el juez Miguel Ángel Ramiro Díaz dictó sentencia condenatoria en su contra el pasado 5 de abril.
Por su parte, el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Álvaro Eguía Romero dijo que se decidió exonerar a Hilda totalmente de los cargos que se le imputaban por el delito de aborto voluntario, por el cual fue procesada penalmente.
El magistrado comentó que “simplemente su veredicto le resultó favorable a fin de que esta mujer de origen huasteco que estuvo sujeta a un proceso bajo la presunción de haber cometido un aborto fuera de lo que marca la ley, y que el procedimiento al que estuvo sujeta presentó muchas inconsistencias que al final del día dieron este resultado”.
Hilda llegó al Hospital Básico Comunitario (HBC), del poblado de Tamuín, el 10 de julio de 2009 con un sangrado vaginal, ocasionado por el esfuerzo en el acarreo de agua un día antes, al ser atendida por una doctora se le presionó y se le condicionó la atención médica mientras dijera que se había tomado una pastilla; inmediatamente la trabajadora social del hospital llamó al Agente del Ministerio Público (AMP) para denunciar el caso y acusarla de aborto.
Ahí, Hilda estuvo internada y custodiada un día, al ser dada de alta fue trasladada a los separos, en donde pasó la noche con ropa de hospital, pero al siguiente día fue liberada al no haberse encontrado delito alguno qué perseguir.
La investigación continuó su curso, y en julio de 2012, se liberó la orden de aprehensión en contra de Hilda. A partir de entonces, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) tomó su caso, prestándole asesoría jurídica para la defensa, con el argumento de que el proceso se basó en una confesión violatoria de sus derechos, por la autoincriminación y por ser sometida a tratos crueles, inhumanos y degradantes.
El 5 de abril de este año, el Juzgado de Ciudad Valles, dictó sentencia condenatoria en contra de Hilda, pero GIRE considera que el dictamen no es objetivo, porque no hay pruebas que demuestren que Hilda haya tomado alguna pastilla, no hay exámenes clínicos en los que se detecte alguna sustancia de píldora, “no demostraron su responsabilidad en el aborto”.
Apoyada por el GIRE, se dio a conocer que la denuncia se fundamentó en una confesión arrancada bajo presión por la médica del hospital, condicionándole la atención médica y sin la presencia de un abogado. Esta acusación carece de validez porque se basa en una confesión violatoria de los derechos humanos de Hilda a la no autoincriminación, al respeto a su vida privada y a no ser sometida a tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Hilda apeló la sentencia condenatoria del Juez, misma que fue presentada el pasado 2 de agosto.